Si hay algo que quieras cambiar de este mundo, si sientes y confías en los seres sutiles de la naturaleza que velan por la armonía, la belleza y la Vida de todo lo que nos rodea, dedica unos minutos par contactar con estos seres sutiles y pedirles lo que anhela tu corazón. Elige un lugar tranquilo, si es en la naturaleza mejor, pero si no es posible, elije la habitación de tu casa que más calma te aporte.
Invocación
Siéntate tranquilamente, si es posible en forma de loto, en un lugar que te atraiga intuitivamente para ponerte en comunión con un espíritu élfico. Cierra los ojos… Esta comunión sólo puede cumplirse en el silencio y la internalización de un pensamiento transparente y un corazón abierto. Entonces, trata de percibir en ti toda tu capacidad para acoger este ser que proviene de lo invisible. No fuerces nada… espera y repite: «Estoy listo para darte la bienvenida y trabajar contigo por el bien de esta naturaleza…” Esta práctica amorosa no debes vivirla con ninguna forma de presión, sino como una forma de abandono, una entrega de tu ser, «de corazón a corazón» porque los elfos tienen una capacidad infinita para percibir el lenguaje del alma y la claridad de las intenciones en los seres humanos. Confía en ti mismo. Cuando sientas que el contacto comienza a establecerse y sin analizar nada con tu mente, con los ojos siempre cerrados, respira completamente siete veces seguidas y dirígete internamente a los seres sutiles de la naturaleza, a los elfos constructores amorosos. Llega el momento de pedirles la ayuda que tanto necesita en estos momentos la humanidad y el planeta. Mantén esta comunión con el mundo sutil y la confianza en que ellos actuarán. Ofrece lo mejor de ti, desde tu corazón y agradece su presencia, su escucha y su ayuda. Infinitas gracias a todos los seres de la naturaleza que con su infinita compasión y amor tejen en el mundo sutil la más bella realidad para el ser humano.
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