Con un nuevo año, un nuevo ciclo o una nueva temporada, de forma natural tenemos la voluntad de hacer balance y proponernos nuevos horizontes, nuevos retos. En esta ocasión creemos que te vamos a proponer algo verdaderamente grande para nuestras vidas. En momentos de calma mental, un paseo por la naturaleza, observando la belleza de un bebe o en estados de meditación, uno se da cuenta que somos algo más, algo más grande y profundo. Probablemente de las cosas más importantes para nosotros es poder dominar nuestro cuerpo y nuestra vida. TAFTI La Sacerdotisa, es clara y directa en sus orientaciones. A veces de forma muy contundente nos sacude del letargo para tomar conciencia de nosotros mismos, de nuestro cuerpo y de nuestra Vida.
¿Por qué es importante configurar nuestra vida y nuestro cuerpo?
Existe una fórmula universal y eficaz al cien por cien: la vida se arreglará si nos aceptamos como un milagro único de la naturaleza, con todos los defectos que caben, si nos queremos tal cual somos. Luego podemos disfrutar con nosotros mismos y con la vida. Si somos capaces de disfrutar sencillamente de nosotros mismos y de nuestra vida, entonces ambos mejorarán automáticamente.
¿Qué nos está dificultando nuestro autodesarrollo?
Cuando nacemos enseguida tenemos el peso abrumador de todo tipo de modelos, estándares, convenciones y restricciones que lastran el fluir natural y espontáneo del verdadero sentido de nuestra vida con el que todos solemos nacer.
¿Cómo podemos deshacernos de todo este lastre?
Hacen falta 3 acciones específicas: 1) No centrarse en los defectos. No alimentar estados emocionales que lleven a sentirse inferior. Se trata de un estado destructivo. Los defectos se agravarían y resultaría un empeoramiento incluso mayor. Por tanto, hay que entrar en un estado diferente y constructivo. A acceder a él os ayudará la segunda acción. 2) En la vida hay que tener un propósito que conlleve inspiración y entusiasmo y que traiga beneficios para nosotros mismos y para los demás. Si mostráis apatía hacia todo, significa que no tenéis un propósito. O dicho de otro modo: cuando no tenemos un propósito nos sentimos apáticos. Sin una misión no hay anhelos. Pero sin anhelos no hay movimiento. Y sin movimiento no hay energía. Sin energía no hay vida. Por eso es necesario encontrar el propio propósito íntimo, hallar la propia misión y empezar a moverse hacia ella. Si no hemos encontrado aún nuestra misión, la tercera acción nos ayudará. 3) Conozcamos o no nuestra misión, en cualquier caso, tendremos que concentrarnos en nuestra evolución, en nuestra superación personal. Hay que desarrollarse constantemente, siempre. Cada uno ha de encender dentro de sí la chispa del Creador, crecer interiormente y perfeccionarse. Este es el método que lleva rápidamente a tres logros inmediatos: liberarse de la sensación de inferioridad, encontrar una misión y llevarla a cabo. Personalmente, he leído y releído muchas veces estas frases. La profundidad e importancia que tienen pueden marcar un antes y un después en nuestra vida. Sin duda uno de los más grandes y bellos logros de nuestra Vida.
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