Escrito a modo de novela, este libro es el relato auténtico de un viaje poco común descrito día a día. Gracias a una técnica enseñada antiguamente por los yogis del Himalaya y por los sacerdotes de los Misterios Sagrados de Egipto, Daniel Meurois y Anne Givaudan han podido franquear el umbral de un Universo paralelo a otro. Nacida de una experiencia fascinante, esta obra también nos hace viajar a través de un espacio multidimensional en compañía de un desconcertante iniciador, el Ser Azul. A lo largo de sus páginas, es el mundo del alma el que se explora, el que nos espera más allá de nuestro cuerpo. Es también, el que nos ofrece algunos de los grandes secretos de la aventura humana sobre la Tierra. A través del tiempo y del espacio. Reeditado varias veces y traducido a numerosas lenguas, Relatos de un viajero por el mundo Astral constituye un testimonio esencial considerado ya un clásico por todos aquellos que están en la búsqueda de su destino supremo, su propio Grial.Reeditado varias veces y traducido a numerosas lenguas, Relatos de un viajero por el mundo Astral constituye un testimonio esencial considerado ya un clásico por todos aquellos que están en la búsqueda de su destino supremo, su propio Grial.

Nota de la traductora

«Tuve la fortuna de traducir originalmente esta primera obra de Daniel Meurois a los tres años de su publicación en Francia, cuando era desconocido en España. Un cuarto de siglo más tarde, los esfuerzos de Ediciones Isthar Luna-Sol por reeditar este relato me hacen regresar a este texto, y darme cuenta de la transformación impresionante del contexto que se ha producido en apenas una generación. Los descubrimientos neurológicos, biológicos, astronómicos y arqueológicos recientes, y sobre todo las leyes de la física cuántica divulgadas desde  entonces, ratifican sistemáticamente buena parte de lo que hace casi treinta años podían parecer fantasías desbocadas. Lo que sonaba a ciencia ficción hoy es ciencia trivial. La velocidad a la que han evolucionado las conciencias en este lapso de tiempo, tanto a nivel individual como en su dimensión colectiva, produce auténtico vértigo. He disfrutado enormemente revisando este texto. Me ha hecho tomar la medida de la evolución gigantesca de la ciencia de la conciencia que se ha producido en un cuarto de siglo, apreciar la pertinencia de muchas de las enseñanzas, vaticinios y advertencias que encierra esta obra, comprender cómo me marcó el contacto con la fabulosa aventura de Daniel Meurois y Anne Givaudan. Esta comprensión multiplica mi gratitud hacia su trabajo, y hacia la determinación de los editores que consiguieron dar conmigo tanto tiempo después, decididos a recuperar la frescura y la riqueza de esta obra para el lector de hoy. Le deseo feliz lectura, esperando que esta nueva edición suscite al menos la misma reflexión, evolución y claridad que me aportó en su día.

—Teresa Sans